La tecnología no sólo está transformando la manera de consumir y crear literatura, sino también la manera de estudiarla. Una nueva beca de Google para investigadores cruza enormes bases de datos y herramientas de búsqueda permitiendo algo que hasta ahora parecía poco probable: el análisis cuantitativo a gran escala en el ámbito de la literatura, la filosofía y otros campos dentro de las humanidades.
El primer proyecto que se está llevando a cabo es el estudio de los títulos de todos los libros británicos publicados en inglés en el siglo XIX (1.681.161), que están siendo electrónicamente revisados para identificar palabras y frases clave que podrán revelar nuevas perspectivas sobre la mente victoriana.
Dan Cohen y Fred Gibbs, historiadores de la ciencia en la universidad de George Mason, hasta ahora han analizado más de dos docenas de palabras —entre ellas “dios”, “amor”, “trabajo, “ciencia” e “industrial”—. Cohen considera que los gráficos resultantes se pueden utilizar para “realmente testear algunas afirmaciones que han estado en el centro de los estudios victorianos durante décadas.” Pero las nuevas herramientas digitales también podrían cambiar antiguas suposiciones e interpretaciones en varios campos de las humanidades.
¿Se trata de nuevas posibilidades de análisis o de una deshumanización de la lectura? La polémica está servida.
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